Cuando necesitamos de un capital para emprender un negocio o para realizar la compra de una vivienda, siempre acudimos a una entidad bancaria para solicitar un préstamo personal o un crédito que nos permita poner en marcha nuestro deseo. Es una buena opción, siempre y cuando nos organicemos de la mejor forma a fin de mantenernos al día en el pago de las cuotas generadas por el préstamo o crédito.

Diferencia entre crédito y préstamo

Es importante hacer la diferenciación entre un crédito y un préstamo personal. Un crédito es un dinero que se obtiene prestado de un banco y por el que el cliente se compromete a devolverlo a través de cuotas o en un solo pago, sumando los intereses que compensen el tiempo en que se tarda en pagar la deuda. El tipo de crédito y la cantidad de dinero prestada dependerá de algunos elementos como el historial crediticio del cliente, así como los ingresos que percibe.

Por su parte, los préstamos personales son destinados a la inversión de grandes cantidades de dinero, por lo que se suelen llamar gastos de consumo. Requieren de un aval o una garantía personal del cliente que está solicitando el préstamo, quedando comprometido a pagar durante un plazo de tiempo determinado con los respectivos intereses que genere.

Ten en cuenta el pago puntual

El hecho de pedir un préstamo, o hacer uso de algún instrumento crediticio, estás adquiriendo el compromiso de realizar pagos periódicos al banco o entidad financiera que te otorgue el dinero prestado por lo que debes estar consciente y seguro de que podrás realizar dichos pagos de forma puntual.

Existen algunas pautas a seguir para evitar atrasarte con el pago y también evitar que los intereses se incrementen como consecuencia del impago.

El ahorro

Al recibir un dinero prestado de tu banco o mucho antes de solicitar el préstamo, es necesario que desarrolles una disciplina de ahorro, y para ello debes habituarte a la práctica de destinar al menos un 10% de tu ingreso al ahorro. Eso lo consigues recortando gastos extras o hábitos innecesarios que te generen gastos adicionales.

Organiza tus deudas.

Elabora una lista de tus deudas y establece una prioridad de pago para las deudas más importantes.

Amortiza.

Si obtienes algún ingreso adicional, destínalo para pagar un monto mayor a las cuotas establecidas para rebajar los montos por concepto de intereses que genera el crédito o préstamo.